Por Hervé Roten
Hijo de Israël Süsskind Erlanger, rabino en Wissembourg, y hermano de Michel Erlanger, que tenía un puesto en el Consistorio de París, Jules Erlanger nació en Wissembourg (Bajo Rin) en 1830 y falleció en Bruselas el 15 de febrero de 1895.
Teniendo un don para la música, fue admitido en el Conservatorio de música de París, en la clase de composición de Fromental Halévy, donde obtuvo un accésit en contrapunto y fuga en 1850. Entonces se inclinó por la composición y escribió distintas obras para el Théâtre des Bouffes-Parisiens de Jacques Offenbach, en particular: L’arbre de Robinson (1857), Les Dames de Coeur Volant (1859) y La Servante à Nicolas (1861).
Cofundador de la Société des Auteurs et Compositeurs Dramatiques (SACD) y músico activo, también estaba involucrado en la vida judía. Así fue como participó en la fundación de la Alianza Israelita Universal en 1860, antes de convertirse en presidente del comité belga de la Alianza, cargo que ocupó hasta su muerte. También compuso diferentes piezas el culto israelita, entre las cuales está su salmo 150 – Allelouya – que fue tocado durante la ceremonia de inauguración del Templo de la Victoria en 1874.
Luego, Jules Erlanger abandonó su carrera musical para lanzarse en los negocios, sólo componiendo música sacra ahora. En 1891, la editorial Durlacher, en París, publicó su Recueil de dix morceaux éxécutés dans les synagogues de France et de Belgique. En 1903, ocho años después de su muerte, cuatro nuevas recopilaciones de Erlanger fueron publicadas en Bruselas, tres de música profana y una de música sacra. La Kedouschah de Moussaph para coro a cuatro voces y barítono solista interpretada en el CD Jacques Offenbach et ses proches es un fragmento de esta obra póstuma titulada Compositions religieuses pour le culte israélite.
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