Ophélie Gaillard, violonchelo, la orquesta filarmónica de Monte Carlo bajo la dirección de James Judd y el Sirba Octet
Se honran dos compositores en particular en este disco : Ernest Bloch y Erich Wolfgang Korngold.
Ernest Bloch nació en Ginebra el 24 de julio de 1880 y falleció el 15 de julio de 1959 en Portland (Estados Unidos). A menudo se considera como uno de los cantores más importantes de la música judía, aunque nunca utilizó en sus obras un tema procedente de la tradición musical judía.
A pesar de una vida difícil, Bloch fue un compositor muy creativo. Su « obra judía » se extiende a diferentes períodos : de 1912 a 1916, escribió en particular Tres poemas judíos (1913), Tres salmos (1912-1914), una sinfonía Israël (1912-1916), Schelomo, rapsodia hebrea para violonchelo y orquesta (1916). Entre 1923 y 1933, compuso el Baal Shem (1923), Tres representaciones de la vida jasídica (1923), Meditación Hebrea para violonchelo y piano (1924), From Jewish life para violonchelo y piano (1924), Servicio Sagrado para barítono, coro mixto y orquesta (1933). Por último en los años 50, publicó Seis Preludios para la Sinagoga (1946-1950), una Suite Hebrea para viola o violín y piano (1951), una Meditación y Procesionario para viola y piano (1951) y Five Hebraic Pieces (1951).
Erich Wolfgang Korngold nació en Brno (Austria-Hungría) el 29 de mayo de 1897 y murió en Hollywood el 29 de noviembre de 1957. Se naturalizó ciudadano estadounidense en 1943.
Niño prodigio, a veces comparado con Mozart, es uno de los últimos representantes del romanticismo vienés. En 1925, fue el compositor más interpretado después de après Richard Strauss en los países germanófonos. En 1936, se instaló con su familia en Estados Unidos, donde compuso principalmente música de película para la compañía Warner Bros. En un período de doce años, escribió dieciocho músicas de cine, dos de las cuales (Anthony Adverse y Robin des Bois) han sido premiadas con Óscars.
En 1947, a los cincuenta años, Korngold decidió dejar le cine y preparó su vuelta a Viena. Pero debido a un ataque al corazón, sólo fue en 1949 que atravesó el Atlántico con sus partituras y nuevas ideas en mente, cuya Sinfonía en fa diesis, compuesta en Austria.
Sin embargo sus intentos fueron fracasos : sus años de exilio, el cambio de la sociedad, los gustos del público, lo dejaron de lado en el mundo musical vienés o alemán. El establishment lo consideró como un compositor de cine, nada más. En 1955, volvió a Hollywood, donde murió dos años más tarde debido a una embolie cérébrale, con sólo sesenta años.
En el programa de este CD también figura la famosa Obertura sobre temas hebreos (op. 34) de Sergueï Prokofiev (1891-1953). Aunque no era judío, Prokofiev, que había dejado Rusia en el momento de la revolución soviética, había sido solicitado por viejos amigos judíos de San Petersburgo para componer una obra sabia inspirada en músicas judías populares. Esta obra, escrita en 1919, fue orquestada por él mismo en 1934.
En otro estilo popular muy diferente, Ophélie Gaillard y el Sirba Octet nos ofrecen una suite de Freilech, un baile alegre de Europa del Este con un ritmo binario, y una canción de cuna yiddish de Chava Alberstein.
El espíritu festivo, la ternura, el recogimiento religioso, son tantas facetas de la vida cotidiana y de la cultura de muchas generaciones de migrantes judíos que son contadas por el arco humanista de Ophélie Gaillard.
¡ Un disco estupendo !
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