por Bruno Fraitag
Olivier Greif nació el 3 de enero de 1950 en París. Su padre estudió piano en Polonia antes de emigrar a Francia y volverse médico. Niño prodigio, Olivier ingresó al CNSM (Conservatorio de Música) de París a los diez años, luego se perfeccionó en Nueva York junto a Luciano Berio.
Compuso una primera serie de obras muy personales, alejados de las tendencias, de 1961 a 1981. Después de una “investigación espiritual” de una decena de años cerca de un maestro indio establecido en Nueva York, compuso, a partir del 1991, una nueva serie de obras, intensas y oscuras: “en los diez últimos años de vida, Olivier Greif acumuló las obras maestras” (Nicolas Bacri).
Evocó temas que impactaron su infancia: la guerra, la estancia de su padre en Auschwitz, la pérdida de una gran parte de su familia en los campos.
Gravemente enfermo en dos ocasiones, murió en su domicilio el 13 de mayo de 2000, a los 50 años. Olivier Greif, hoy en día, empieza a imponerse como uno de los grandes compositores del siglo XX.