Por Josiane Sberro y Christine Dangremont
Raphael Elfassy nació el 4 de noviembre de 1939 en Rabbat (Marruecos). Como muchos niños de la comunidad marroquí, adquirió un conocimiento preciso y meticuloso de los textos sagrados. Fue miembro activo de la tropa de scouts judíos Eclaireurs Israélites (E.I.).
Cuando su familia emigró a Israel en 1956, tuvo el valor de quedarse en Francia, solo y desamparado, con la férrea determinación de proseguir sus estudios. Gracias al apoyo y la protección de un director sabio y lúcido, aprobó el bachillerato en el Lycée Saint Louis de París. Al mismo tiempo, estudió con Manitou en Orsay.
Raphael tenía pasión por la música y una hermosa voz de tenor, que se hacía notar en los oficios religiosos. Estudió musicología y creó el primer coro de música judía de una comunidad renacida en el Departamento de la Infancia y la Juventud (DEEJ) de la rue Poissonnière de París.
En la sinagoga de Montevideo, con el rabino Schwartz, creó el primer Talmud Torá por correspondencia, y enseñó hebreo en el Lycée Lakanal. Pedagogo exigente, desarrolló sus propios medios pedagógicos, de una eficacia asombrosa.
Como capellán visitante en prisiones durante varios años, se sintió profundamente conmovido por la experiencia humana.
Apasionado de la música
Director de coro durante décadas en numerosas sinagogas (Neuilly, Montevideo, Saint Lazare, Chasseloup), Raphael Elfassy -conocido como Raphy- ha hecho de cada celebración oficial y, para cada familia, de cada boda o bar mitzvah, un recuerdo musical y emocional inolvidable.
Deseoso de llevar el alma y la sensibilidad armónica judías al mayor número posible de personas, fundó en 1971 la Asociación Artística Guilgal con un equipo reducido pero comprometido, que ha atraído a masas de jóvenes judíos -y no judíos- a las clases de baile y al coro de Israel. Al mismo tiempo, en Francia e Israel, hábilmente asistido por Bernadette Leclair, de soltera Weisz, trabajó en constante colaboración con numerosos músicos y coreógrafos de primera fila.
En vida, la gran arpista Lili Laskine disfrutó acompañándole en algunas de sus actuaciones. El coro de aficionados Guilgal representó a Francia en el Zimria [1]Encuentro de coros y corales judíos de todo el mundo en 1973 y de nuevo en 1976 en Israel. Estaba especialmente orgulloso de ello.
Cuando fundó el Ensemble De Musique Hébraïque De Paris en 1990, Raphael se profesionalizó. En este conjunto reunió a cantantes e instrumentistas procedentes de los mayores conjuntos nacionales: Radio France, la Opéra, la Orchestre Philarmonique y la Orchestre National de France. Entre ellos, numerosos solistas no judíos, que descubrieron en esta ocasión las grandes piezas de la música judía.
Con este grupo, dio numerosos conciertos, especialmente en el Festival d’Art Sacré de París, y durante varios años consecutivos en el Festival d’Art Sacré du Couserans en St Girons.
De 1976 a 1980, grabó una colección de cuatro discos de folclore israelí (Israël : Chants et danses n°1, 2, 3 et 4), seguida en 1984 por Poésie, musique et chant d’Israël, poemas leídos por Giani Esposito. En 1992, publicó otra serie de 3 CD (Le mariage juif, Le calendrier juif y Le mariage juif (2) – Tradition Sépharade Turque, este último CD producido a petición de los responsables de la Gran Sinagoga de Estambul).
Raphael Elfassy fue también un brillante coreógrafo. Utilizando su imaginación, montó con éxito varios espectáculos de danza que ilustraban la historia del pueblo judío.
Pedagogo inflexible, durante casi treinta años formó ininterrumpidamente un «club artístico» en la comunidad de Saint-Leu-la-Forêt, en el Val d’Oise. Dirigió un coro de aficionados y una orquesta infantil, a los que infundió el espíritu de la cultura musical judía.
Artista trabajador, creativo y consumado, Raphael Elfassy dejó una huella imborrable en todos aquellos, jóvenes y mayores, que se cruzaron en su camino. Promoviendo la liturgia, la música y la danza, persiguió obstinadamente un único objetivo: dar a la cultura judía su lugar en cualquier sistema educativo familiar o comunitario.
Con su muerte, el 30 de septiembre de 2019, el mundo judío ha perdido a uno de sus grandes artistas y maestros.
1 | Encuentro de coros y corales judíos de todo el mundo |
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