Reflexiones sobre la Torá cantada

Por Jean-Philippe Amar

Jean-Philippe Amar es estudiante de doctorado en la Universidad de París IV Sorbona y prepara una tesis sobre la cantilación de la Torá en las comunidades judías parisinas.

La lectura de la Torá, el Pentateuco, práctica que se remontaría a Moisés, se convirtió a partir de Esdras el Escriba (siglo V a.C.) en el momento esencial del culto sinagogal. En el servicio semanal del sábado por la mañana se canta una perícopa, siguiendo un ciclo anual de lectura que divide el texto en cincuenta y cuatro partes (parashá).

Esta lectura cantada, a pesar de la variedad de los ritos de interpretación, se basa en el mismo sistema de teamim, desarrollado por los massorets en Tiberíades durante la Edad Media. Se trata de un conjunto de signos diacríticos que indican, no estrictamente, una forma de cantar las palabras y de dividir los versos. Cada taam propone una fórmula melódica, poco precisa, que entonces deja al intérprete un relativo margen de libertad, respetando el texto que debe transmitirse a los fieles.

Este artículo es una reflexión sobre los principios de la cantilación judía a través de las nociones de transmisión del mensaje divino, su interpretación y, finalmente, la creación de significado en un enfoque hermenéutico de la práctica de la lectura ritual cantada.

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